sábado, 9 de abril de 2011

OBAMA Y LA IMPUNIDAD DE UN TERRORISTA, LUIS POSADA CARRILES

Por Alfonso Torres Ulloa

Una democracia lo es cuando la justicia funciona y la verdad prevalece. El caso Posada Carriles demuestra que la democracia estadounidense es una caricatura; o un simple instrumento del poder político y del despotismo.



Posada Carriles es un terrorista, y por tanto un criminal. A nadie se le ha antojado llamarlo de esta manera, sino que él mismo ha confesado sus delitos, sus actos criminales, de los cuales se ha sentido muy orgulloso.



La voladura de un avión que costó la vida a 73 personas, la colocación de bombas y explosivos en centros turísticos en la ciudad de La Habana con daños a infraestructura y una vida de un turista italiano, Fabio Di Celmo.



Declarar No Culpable a Posada Carriles, a pesar de que la Fiscalía motivó sus argumentos, afirmando que "La evidencia es abrumadora y el mismo se inculpa", y el hecho de que fuera un ex agente de la CIA no lo exculpa de cumplir las leyes, precisando que Posada fue "el comandante en control" detrás de los atentados en La Habana.



El fiscal Teresinski hizo una amplia exposición para fundamentar ante el jurado la culpabilidad de Posada Carriles y la necesidad de su condena, pero la jueza Kathleen Cardone al instruir al jurado para su deliberación trazó unas líneas que indicaban la absolución del terrorista cuando dijo, al jurado de doce personas, “que un veredicto de culpabilidad se debe emitir por cada uno de los cargos de manera unánime solo en caso de no existir dudas razonables”. E hizo énfasis en "de existir dudas razonables de determinado cargo, el acusado debe ser absuelto del mismo".



Cardone llegó más lejos frente al jurado al decirle que "el acusado no debe probar su inocencia", para remachar que “un veredicto de culpabilidad puede darse únicamente si la Fiscalía Federal logró probar la responsabilidad del acusado”, y ciertamente la Fiscalía demostró esa culpabilidad, pero que además es risible porque el mundo conoce la catadura de “ser humano” que es Posada, es conocido por su condición de criminal confeso, es un tipo que se siente orgulloso de ser criminal, reclama la paternidad de haber colocado una bomba que tumbó un avión y murieron 73 personas.



Pero Estados Unidos no se atreve, no le interesa, encerrar a un ser despreciable como ese sólo porque sirve (o ha servido) a sus planes contra Cuba. Liberar a Posada Carriles es llegar al desconcierto absoluto, una burla a la necesidad de justicia, un descaro mayor, confirmando que la institucionalidad jurídica no existe, que todo se puede en aras de babosear el posadero al amo. Y mientras liberan o declaran No Culpable a Posada Carriles, terrorista confeso, mantienen en prisión por doce largos años a Cinco luchadores contra el terrorismo, lo que evidencia una doble moral, la falta de credibilidad y el descaro de la justicia de los Estados Unidos.



Y la guerra y los despropósitos contra Cuba continúan.


Y quieren estar presentando informes de los pueblos del tercer mundo, como si fueran, policías, jueces y fiscales del mundo para juzgar, condenar y exigir respeto a los gobiernos de esos pueblos. En su informe del año 2010 aparecen condenando a los países por violación de derechos esenciales, pero no se aplica su propia medicina, por ejemplo una publicación de hoy en el país recoge que:



“Estados Unidos denunció ayer que durante el año 2010 hubo en Haití y en la República Dominicana muertes y torturas a manos de las fuerzas policiales, y persistieron las condiciones pésimas en las prisiones de ambos países”.


“En su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, el Departamento de Estado señaló que en los dos países se siguieron registrando casos de tráfico de personas, violencia contra las mujeres, discriminación contra minorías y una escasa aplicación de las leyes laborales”.



Con que moral puede Estados Unidos estar condenando a terceros países por prácticas diarias en su propio territorio y con una justicia maniatada, sirviendo a los intereses políticos del imperio, sin respetar su propio ordenamiento jurídico y constitucional. Allí no hay empacho en violentarlo todo en aras de la politiquería y la bravuconería imperial.



Los Cinco se mantienen en cárceles, siendo hombres dignos, mientras Posada es hombre libre siendo un criminal. Otra vez se desbordan las heces en la Casa Blanca y Obama sigue siendo un peón atrapado, demostrando ser uno más de los que sirven al Amo del Pentágono.

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