martes, 20 de enero de 2009

CAMBIO CLIMATICO

El cambio climático que experimenta el planeta, por causa de irracionales conductas humanas, amenaza el equilibrio de todos los ecosistemas existentes. En su carrera hacia el “desarrollo”, los seres humanos condicionaron su propia supervivencia y la de las especies que viven en armonía con la Tierra desde hace millones de años.El informe sobre “Impactos Regionales del Cambio Climático: Evaluación de la Vulnerabilidad”, presentado por el Panel de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) a las Naciones Unidas, prevé que para el 2100 la biodiversidad de los pequeños estados insulares como la República Dominicana sufrirá importantes modificaciones.
El más ligero aumento en la temperatura de las aguas del Caribe significaría la muerte de gran parte de los arrecifes de coral del área, donde se inicia la cadena alimenticia que involucra a miles de especies acuáticas y a millones de personas. “La capacidad natural de los manglares para adaptarse y migrar hacia tierra se reducirá también probablemente, debido a la pérdida de tierra en las costas y a la presencia de infraestructura en la zona costera”, señala el informe.
La media islaEn el país, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarema) no ha podido estudiar la influencia que está teniendo la variación climática sobre las especies criollas. La directora de Biodiversidad, Amarilys Polonia, dice que hacen falta recursos técnicos y científicos que avalen cualquier comentario al respecto.
Pero señala que la deforestación, las malas prácticas agrícolas en suelos áridos o semi áridos (bajos en productividad y propensos a la desertificación), que son el 70 por ciento del territorio nacional, los incendios forestales provocados, y el mal uso de los recursos hídricos, de manera más alarmante en la región Sur, hacen que los seres vivos que habitan esta parte de la isla sean cada vez más vulnerables ante los cambios que ya experimenta el clima mundial.
“El cambio climático aumentará los niveles de pobreza del país. Y la gente pobre se verá obligada a presionar los recursos naturales ya sobreexplotados. Veremos aumentar la emigración campesina hacia los núcleos urbanos”, estima Polonia, antes de recordar que los nuevos posibles escenarios deben verse como una oportunidad de cambiar conductas sociales transgresoras del medio ambiente.
El mar, un síntomaEn 1985, el Centro de Investigaciones de Biología Marina (Cibima) y otras 28 organizaciones del Caribe se percataron del blanquimiento (muerte) de algunos arrecifes de coral de la zona, por motivo del incremento en dé cimas de grado de las aguas del océano Atlántico y el mar Caribe.Los corales, que pueden vivir entre los 24 y los 31 grados, no resisten las variaciones por mucho tiempo y comienzan a expulsar las algas con las que cohabitan, lo que causa un desequilibrio en los ecosistemas marinos, explica Francisco Geraldes, director del Centro.
Esto significa que la biodiversidad de las aguas territoriales de la isla de Santo Domingo padece los estragos del cambio climático hace 23 años.Observaciones satelitales hechas por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) respaldaron los estudios de los laboratorios regionales.Geraldes apunta que los corales son barreras naturales contra el oleaje. Si continúan muriendo el sector turismo resultaría fuertemente impactado por la desaparición de miles de kilómetros de playa.
“No estamos a salvo como mucha gente presume”, advierte el biólogo. En la tierra, el entorno futuro de los seres vivos que andan sobre Quisqueya se presenta como una gran incertidumbre.Organismos públicos y privados todavía se encuentran en la etapa de observación del fenómeno y su repercución en los suelos dominicanos.
EL PAÍS NECESITA INVESTIGAR EL TEMAANTONIO COCCO QUEZADA:
El ex director de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) se abstiene de hacer cualquier comentario acerca de los impactos del cambio climático en la biodiversidad del país.
En opinión del meteorólogo, “República Dominicana posee el clima más complejo de la región del Caribe”, por lo que se necesitan estudios concretos que revelen la posible incidencia del fenómeno en cada una de las regiones. “La temperatura media en la zona costera anda por los 28 grados, mientras que la de las cordilleras oscila entre los 10 y 14 grados”, apunta para dar un ejemplo de lo heterogéneo del clima local.
Los científicos dominicanos conocen los posibles efectos del calentamiento global y la variación climática por informes generales emitidos por organismos internacionales, en especial los del IPCC, pero no han podido realizar las investigaciones requeridas.

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