El Foro Agropecuario se reunió este lunes 28 de marzo para analizar la problemática del campo, a partir de su reclamo: volvamos al campo; en el marco de una conferencia dictada por el experto agrario Alfonso Torres Ulloa se animó un interesante intercambios de ideas, propuestas y retos de la nación, en lo que tiene que ver con la generación empleos, producción de alimentos, seguridad alimentaria y los usos más adecuados de la tierra.
En dicho Foro el agrónomo Sebastino Brito deploró el abandono del campo y la falta de políticas claras, coherentes y la falta de recursos y voluntad para hacer las cosas bien.
Por su parte Ramón Almánzar reconoce el abandono del campo y la necesidad de fijar la mirada de verdad y sin politiquería para salvar el aparato productivo nacional; al mismo tiempo condenó la firma del TLC con los Estados Unidos ya que no es verdad que una economía como la nuestra puede competir con la de aquél país, hoy estamos pagando las consecuencias de ese acto.
Mientras Alfonso Torres Ulloa planteó, en síntesis, en una conferencia titulada: "LA CUESTION AGRARIA: *Seguridad Alimentaria*.
En el país cuando referimos la cuestión agraria solo se entiende lo concerniente a la reforma agraria y sus particularidades, pero resulta que la actividad agraria compete a todo el complejo proceso productivo en el sector agropecuario. De ahí que este trabajo enfoque el tema en su más amplia acepción, toda vez que hoy es más crucial que nunca ver la problemática de la seguridad y la soberanía alimentarias.
Para los analistas agrarios de hoy el tema reforma agraria quedó en el pasado y centran su atención a la producción agropecuaria con la última tecnología y por tanto de la más alta rentabilidad; resaltando dos tipos de agricultura, la de ambiente controlado y la orgánica. Y ninguna tiene porque ser ajena ni contradictoria a un efectivo programa de reforma agraria, al contrario. Lo que pasa es que los pobres ya no tienen derecho en el mundo del conocimiento y de la globalización; en el mundo neoliberal ser pobre es material de desecho. Y en este modo de teorizar encontramos a antiguos marxistas y comunistas.
Sin embargo, la crisis ambiental y ecológica en desarrollo en el planeta nos obliga a repensar el modo de tratar la naturaleza, de volver a esquemas de la agricultura antigua y combinar con la moderna, para recuperar el bien fundamental, la tierra y la naturaleza. Único modo de preservar la especie y el planeta que habitamos. Pero está la crisis económica, el alto índice de desempleo, la arrabalización de las ciudades y el abandono de los campos, con todas las implicaciones de promiscuidad, contaminación, presión por las pocas plazas de trabajo (aumentando una oferta de mano de obra barata y no calificada).
No se trata de procurar instalar de nuevo el conuquismo en el país como modelo fundamental de desarrollo agropecuario, es que hoy pequeñas unidades de terrenos pueden ser productivas y aportar una buena parte de los ingresos de una familia rural: 1.- Una porción de terreno de siete (7) tareas puede albergar un invernadero; e incluso en Ocoa hay experiencias de personas que tienen una buena producción en 300 metros, con una instalación de protección rudimentaria, artesanal y producen 45 mil pesos en el año. De lo que se trata no es que volvamos a la reforma agraria a partir de entregar a una persona 10, 15 o 30 tareas.
2.- Hay que sanear lo que existe de reforma agraria y poner efectivamente a producir esa tierra; uno lee en la prensa que el director del IAD declara que tiene en producción 1, 600,000 tareas de alimentos, de diferentes rubros. Muy bien, pero es que el IAD ha distribuido casi once (11) millones de tareas de tierras, uno se pregunta ¿dónde están las otras tierras, 9.4 millones de tareas? Pienso que la tierra ha sido concentrada nuevamente, se abrió un mercado, formal e informal, y ha habido un proceso de reconcentración de la propiedad agraria. Esto, claro, empujado por la crisis del modelo socioeconómico neoliberal, de abandono de la producción nacional, eliminación de subsidios, falta de apoyo a la producción, falta de incentivos, abandono del campo en sentido general.
La mayor parte, el 67%, de la tierra distribuida por la reforma agraria es de vocación agroforestal, más específicamente no es tierra propiamente agrícola. Eso explica porqué nunca el IAD ha podido informar al país que “tiene en producción ni siquiera dos millones de tareas de tierra”. Cierto volver al campo implica no solo disponer de la tierra, sino de los recursos, de existencia y aplicación de una política agraria, de producción, de comercialización y de desarrollo de la comunidad rural. Cuando hablamos de producción decimos: decimos extensión agrícola y pecuaria, créditos, investigación y capacitación, subsidios necesarios y puntuales.
Claro, es necesario tener una visión amplia del desarrollo rural, que pasa por la producción agroalimentaria, pero también de mejorar niveles de ingresos en el medio rural, de elevar calidad de vida: con servicios públicos básicos.
Y se puede, incluso, retornar al campo con esos terrenos que ha distribuido la reforma agraria con vocación forestal, dentro de un plan integral de desarrollo rural, que implique el empuje de levantar fincas energéticas, sembrando árboles hasta para producir carbón y leña, q7ue tenemos cautivo el mercado de Haití.
*Aquí hay dos agriculturas, pues los amigos de la JAD y el Ministro de Agricultura, entre otros, galleguito…. Tienen solo la visión de la agricultura empresarial y esa existe para exportar y para el gran consumo local: hoteles… III Feria Agroalimentaria en el Dominican Fiesta del 6 al 8 de abril, para los inversionistas, los grandes compradores extranjeros, ahí operan los cluster: piña, mango, cacao, guineo orgánico, café, AGUACATE, flores, invernaderos ….
VOLVAMOS AL CAMPO El Foro Agropecuario Dominicano expresa su preocupación por los problemas alimentarios que vive la nación dominicana, entendiendo que si bien es cierto que el mercado de los carburantes a nivel mundial nos afectan e igual el control de la producción y comercialización de los alimentos por parte de las grandes potencias, también es cierto que los desafíos propios del sector agropecuario nacional deben ser afrontados.
Y deben afrontarse con una política clara de volver al campo, a los fines de sembrar alimentos de consumo masivo, lo que se traduce en bienestar general de la población porque: A) Habrá alimentos disponibles en el mercado a precios razonables y asequibles a la población, de manera permanente y no depender de una feria o plaza agropecuaria coyuntural y focalizada. B) Aumentará el nivel de ocupación laboral a nivel rural, pudiendo la población rural generar ingresos. C) Pudiera incentivar el retorno al campo de miles de campesinos que han engrosados los cordones de miseria de las principales ciudades del país. ![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRQ1IWSNrZeWbo8vzXdiYM5rHCkny72CwVNtEocc1ZGyhG1d4zcsKop1dh9-w6RbEMuVf870g8z9hBuF5p8hpxCPdfVUSfhKERPcyctCHtfywpUbikXZA6Ku3NWt35QznGIUmxkBf7oAk/s320/F+15.JPG)
Volver al campo requiere: a) Repensar el programa agrario. b) Dejar de pensar que el conuquismo es parte del pasado, cuando puede, en aras de producir alimentos, coexistir con la agricultura moderna y empresarial. Con facilidades especiales, en servicios: salud, educación, caminos vecinales, material de siembras, preparación de terrenos… c) Disponer de créditos agropecuarios. d) Organizar y apoyar técnica y financieramente pequeñas unidades y convertirlas en empresas rentables. e) Retomar la asistencia técnica y fortalecer la institucionalidad del sector. f) Reorientar el mercadeo agropecuario en el país. g) Una política de subsidios y facilidades a la producción agropecuaria. h) Establecer fincas energéticas o agroforestales en una buena parte de los terrenos del sector reformado y otros abandonados. i) Establecer políticas de investigación para la producción, como soporte de la extensión necesaria. j) Implementar programas y proyectos económicos de producción en ambiente regulado (invernadero) para los pequeños propietarios y/o productores, para el mercado local. Es imperioso volver la mirada y la política al campo para que la nación pueda sobrevivir a estos tiempos de crisis global, pero que tiene respuesta desde lo local, lo colectivo, lo asociativo, lo cooperativo y la voluntad de servir.